Odontología Preventiva
Parece evidente que el mejor tratamiento médico que existe es el que no ha de realizarse.
Para conservar una dentadura sana es conveniente mantener una serie de hábitos de salud.
En primer lugar, es esencial llevar una dieta adecuada. Los azúcares y las harinas refinadas (galletas, bollos, pasteles, caramelos, etc. ) es de lo que se nutren las bacterias que provocan las caries y que están presentes en todas las bocas. Así pues, una dieta rica en alimentos azucarados suele asociarse a problemas importantes de caries. Lo más indicado es seguir una dieta variada y sana (frutas, verduras, carnes, pescados y especialmente alimentos ricos en calcio como la leche, o el yogur). A los pocos minutos de comer las bacterias de la boca ya empiezan a producir ácidos que desmineralizan los dientes. Cuando en la boca reina un ambiente favorable a las bacterias, es frecuente que aparezcan problemas de caries y de inflamación de las encías. Para cambiar este ambiente y convertirlo en un ambiente poco problemático, además de la dieta deben seguirse unos hábitos de higiene sencillos, pero que deben realizarse de forma constante. Uno de ellos es el correcto cepillado de la dentadura, a ser posible después de cada comida. Y otro es el uso rutinario de colutorios para enjuagar. Existen colutorios específicos para cada tipo de paciente. Los colutorios fluorados, por ejemplo, son sumamente efectivos en la prevención de la caries dental.